Coacción sin precedente en las peores elecciones de la historia

Segundo Corte – 6 de noviembre – 11:00 PM

Urnas Abiertas desplegó una red en todo el territorio nacional, hasta a las 11:00 PM se han recibido la información de más de 1.600 observadores y todavía no terminamos de procesar la información. 
Desde el 1 de noviembre hasta las 11:00 PM de la noche de este domingo 6 de noviembre hemos verificado 19 detenciones en 6 departamentos (Rivas, Río San Juan, Masaya, Carazo, Nueva Segovia y Managua) en el contexto electoral.

Acarreo y presión absoluta a trabajadores

La presión por llenar las urnas, además de alcanzar a familiares de trabajadores del Estado, llegó a estudiantes de universidades públicas, residentes de los hospitales públicos, comerciantes, transportistas y familiares de los caídos de guerra quienes fueron amenazados con perder los becas, beneficios y permisos de operación si no acudían a votar.

En el transcurso de la tarde, los operarios del régimen Ortega y Murillo redoblaron esfuerzos e intensificaron la presión sobre trabajadores del Estado que no se habían citado a las urnas, mediante mensajes en WhatsApp y redes sociales les amenazaron con despido, les insistían preguntando si habían ido a votar y les recordaban que los estaban esperando porque necesitaban “el total de trabajadores que fueron a votar”. Incluso les señalaron que su puesto laboral era “gracias al comandante” y que estaban llevando un control mediante listas para registrar a quienes habían votado y a quienes no.

Grupo laboral de WhatsApp donde docentes son presionados a votar. Crédito: Urnas Abiertas

También activaron una red de “movilizadores”, es decir, militantes sandinistas que motivaban a otras personas a participar de la votación, esta tarea estaba acompañada de un listado para contabilizar cuántas personas acarrearon. 

Buses, camionetas, caponeras, motorizados y taxis, hicieron rondines durante horas de la tarde por diferentes calles para ofrecer a las personas movilizarlas de forma gratuita a los centros de votación.

Entre las 6:00pm y 7:00pm activaron la táctica de movilización final, recibimos reportes que en algunas municipalidades operarios políticos siguieron movilizando a trabajadores estatales y personas que no habían ejercido el voto hasta esa hora, pese a que en muchos Centros de Votación ya estaban cerrando.

Movilización de votantes en centro de votación de Tipitapa en horas de la noche. Crédito: Urnas Abiertas.

Participación ciudadana

Hasta esta hora la autoridad electoral no ha brindado información, aunque las redes sociales de las estructuras partidarias informan que el FSLN arrasó con todas las alcaldías del país. Algunos municipios históricamente opositores reportan tener documentación de anomalías que permiten al FSLN robarse sus alcaldías, seguimos monitoreando para saber cómo planea el oficialismo designar los gobiernos locales. 

Según el monitoreo realizado por Urnas Abiertas, la afluencia de votantes tuvo dos momentos principales, durante la mañana y al finalizar la jornada, momentos en los cuales se evidenció la práctica sistemática del oficialismo de utilizar vehículos del Estado para trasladar votantes y la coacción casa a casa para engrosar las filas.

Las imágenes distribuidas por los medios oficialistas que muestran a personas haciendo filas corresponden a trabajadores públicos coaccionados. Nuestra red de observadores que estuvo en los centros de votación registró que el modus operandi para lograr este tipo de fotografías y videos consistía en esperar que llegaran los vehículos con personas y posteriormente capturar las imágenes, los trabajadores del Estado también fueron obligados a permanecer en los CV después de votar para simular aglomeración de personas.

Urnas Abiertas, a través de la red ciudadana desplegada, observó la participación ciudadana en 366 Centros de Votación, lo que nos permitió concluir que, con un 95% de nivel de confianza y un margen de error del 5%, la participación de este año fue de  un 17.33% y el nivel de abstencionismo ascendió a un 82.67%.

Este año se documentó una estrategia de coacción del voto sin precedentes, las personas fueron controladas y vigiladas una a una, para garantizar que asistieran a las urnas junto a sus familiares, por otra parte también se tuvo información de un gran número de personas que asistieron a votar por miedo de las represalias que podía significar la evidencia de que no asistieron a votar.