Parte 3. Controlar el deporte para controlar la inversión: la estrategia del FSLN.
El 28 de julio de 1991, el Dodgers Stadium en Los Ángeles, fue testigo de la hazaña más difícil del béisbol: lanzar un Juego Perfecto, ese día José Dennis Martínez Ortiz se coronó como el primer latino y el único nicaragüense hasta ahora en lograr un Juego Perfecto en Grandes Ligas. Esa hazaña lo llevaría a convertirse en estrella nacional y registrar su nombre no solo en el salón de la fama sino que también en el nuevo y moderno estadio nacional que construyó Nicaragua años más tarde: el Estadio Dennis Martínez.
Se trata de un estadio colosal que inició su construcción en el año 2015 y culminó en el 2017, tuvo un costo de 911.51 millones de córdobas, la obra estuvo a cargo del llamado “Consorcio Estadio Nacional” y la institución responsable de este proyecto fue la Alcaldía de Managua. La adjudicación se dio a través de una Licitación Pública en el año 2015, se reportó un contrato de US$ 31,920,825.58 para realizar las obras de diseño, construcción y equipamiento del estadio. El coloso tuvo su financiamiento a través de los fondos del Presupuesto General de la República (PGR) y también aportes de la comuna capitalina, según lo reportado.
En este monumental estadio se inauguró la apertura de los Juegos Centroamericanos en 2017, de la cual Nicaragua fue sede y, un año más tarde fue testigo de la masacre policial más sangrienta que ejecutó Daniel Ortega contra la población civil que protestaba en 2018. El 30 de mayo de ese año en la denominada “Madre de todas las marchas” se reportó que desde las instalaciones del Estadio Dennis Martínez salieron paramilitares y agentes de las fuerzas policiales para reprimir a protestantes, incluso el GIEI, un grupo de expertos internacionales conformado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en un informe elaborado en conjunto con el Equipo del Instituto de Antropología Forense Argentino concluyó que los disparos a las víctimas “fueron hechos por francotiradores que se apostaron en el Estadio Nacional de Béisbol” dejando un saldo de 18 muertos y más de 200 heridos.
Este estadio del llamado “deporte rey” en Nicaragua es una de las obras “insignia” del Frente Sandinista, que desde su regreso al poder se ha caracterizado por el apoyo al deporte, sobre todo al béisbol. Urnas Abiertas como parte del “Especial de Inversión Pública en Nicaragua” realizó una recopilación de información en el sitio web Transmuni y se pudo identificar que a nivel nacional durante el año 2017 el 19.34% de los proyectos iban dirigidos al sector de “Cultura y Deporte”. Este tipo de programa solamente era superado por el de “calles, aceras y andenes”.
La recopilación de información para este informe, arrojó que este tipo de proyectos se encuentran en el sector de “Cultura, Deportes y Recreación”. Entre 2017 y 2022 absorbería el 1.55% de los fondos del Programa de Inversiones Públicas (PIP). Tienen el 5.52% de los proyectos y el 3.12% de las obras. Se están desarrollando en seis departamentos, 14 municipios.
A pesar de que no representan una gran cantidad de recursos financieros en el PIP, si han generado gran preocupación entre la ciudadanía porque se conoce muy poco sobre estos 19 proyectos, desde su fuente de financiamiento, hasta quienes han sido favorecidos con la adjudicación de las obras y diferentes contratos, sobre todo porque el régimen sandinista desde 2018 dejó de publicar la información detallada de los Planes Anuales de Inversión de las 153 alcaldías que permitían realizar fiscalización ciudadana.
Estadios y béisbol a toda costa
Con la construcción del Estadio Dennis Martínez, ahora renombrado Estadio Nacional Soberanía por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo tras la diferencia de opinión política del ex grandes ligas, se orientó como directriz nacional la construcción de otros estadios en varios departamentos del país, tanto de béisbol como de fútbol.
Entre 2017 y 2022 los proyectos de deportes más sobresalientes son la construcción de los estadios de béisbol en Managua, León y Masaya, así como los de fútbol en Estelí, Bluefields y Puerto Cabezas. La mayoría de estos proyectos que empezaron a desarrollarse en 2021 como parte de un “Plan Especial de Intervención en Infraestructura Deportiva” que según declaraciones del director del Instituto Nicaragüense de Deporte (IND) al oficialista El 19 Digital está en su primera etapa, la cual finalizará en 2026.
El régimen ha promovido el béisbol incluso a costa de la vida de sus jugadores y aficionados. En 2020 este fue uno de los deportes que no paró en el contexto de la pandemia. El comisionado de béisbol Carlos Reyes, dijo en abril de 2020 al diario La Prensa que los jugadores y el cuerpo técnico son “trabajadores del Gobierno” y que mientras no le orientaran parar “no lo haremos”.
En Masaya el anuncio de la construcción de un nuevo estadio fue una noticia “agridulce” para sus pobladores. La divulgación estuvo a cargo de Rosario Murillo en agosto de 2020 cuando la pandemia mundial de la Covid-19 azotaba al país.
Para ese entonces la ciudad ya sufría los estragos de la pandemia, jugadores del equipo de béisbol habían estado de baja tras dar positivos, mánagers habían sido hospitalizados e incluso se enfrentaron a la muerte de Carlos Aranda, uno de los entrenadores del equipo San Fernando. El virus golpeó tanto a la ciudad que hasta el alcalde sandinista Orlando Noguera se sumó a la lista de víctimas mortales de la Covid-19.
El proyecto de construcción del nuevo estadio de béisbol de la ciudad de Masaya inició en octubre de 2021, justo cuando Nicaragua vivía su segundo pico epidemiológico, y su valor ascendería a 601.58 millones de córdobas. Se plantea que la obra finalice en agosto de 2023.
Al igual que la mayoría de proyectos de inversión pública, la construcción de este estadio se encuentra plagado de irregularidades, por ejemplo, este proyecto no pasó por el Concejo Municipal y tres concejales opositores de Masaya expresaron al diario La Prensa que no estaban enterados y desconocían las fuentes de financiamiento. Sin embargo, tiempo después se conoció que para la realización de la obra se contrató a la empresa “Consorcio Deportivo de Nicaragua”, a través de una Licitación Pública en 2021 llevada a cabo por la municipalidad.
Además de la construcción del estadio, se adjudicaron otros contratos para realización de estudios y diseños y la supervisión de la construcción que llevarían al costo del proyecto a unos 622.73 millones de córdobas. Según los datos del PIP se esperaba que a finales de 2022 el proyecto tenga un avance financiero y físico del 24%.
En el occidente del país, el proyecto del nuevo estadio de béisbol de la ciudad de León también inició en el segundo semestre del año 2021, según la ficha del SNIP, y se esperaba finalizara a finales de 2022. El coloso estima un costo de unos 939.71 millones de córdobas; sin embargo, según los contratos publicados en el SISCAE, que incluyen los estudios, diseños y supervisión del proyecto, aumentaría el costo a un total de 969,89 millones de córdobas.
El mayor contrato del proyecto también fue adjudicado a la empresa “Consorcio Deportivo de Nicaragua” a través del proceso de licitación pública realizado en 2021. El contrato tiene un costo de 939.71 millones de córdobas con una duración de 660 días calendario. El proyecto sería financiado en su mayor parte por fondos del Presupuesto General de la República (PGR) y aportes propios de la comuna leonesa.
Para el proyecto existe un convenio de colaboración técnico-administrativo entre la alcaldía de León, la de Managua y el IND. En este, se especifica que el proyecto asciende a 970 millones de córdobas de los cuales el Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP), a través del IND haría un aporte de 890 millones, y la alcaldía de León una contrapartida de otros 80 millones. La alcaldía de Managua, así como el IND apoyarán técnicamente a la administración del proyecto. Se esperaba que a finales del año 2022, el proyecto alcanzara un avance físico y financiero del 23%.
El proyecto político en el béisbol
Como parte de los hallazgos encontrados por el equipo de Urnas Abiertas, en el año 2017 se detectó que al menos 121 alcaldías aportaron fondos para el desarrollo del Campeonato Nacional de Béisbol German Pomares, en el cual cada departamento del país forma un equipo para participar. El aporte ascendió a unos 36.8 millones de córdobas.
El Pomares ha sido calificado como un proyecto político del régimen para tener bajo su control a los 18 equipos de la contienda a través del pago de la planilla de jugadores, cuerpo técnico y personal administrativo. Además, destina una partida presupuestaria para la organización del evento a la Comisión Nicaragüense del Béisbol Superior (CNBS).
En 2018 el campeonato se vio afectado por la crisis sociopolítica y durante tres fines de semana consecutivos fueron pospuestos los partidos, según el diario La Prensa.
Pese a que en las municipalidades existen necesidades más primordiales como el acceso al agua o rehabilitación de centros de salud, el régimen orientó a las alcaldías destinar fondos para el deporte. A juicio del economista e investigador Leonardo Labarca esta es una forma de “reducir autonomía financiera” a los gobiernos municipales y evidencia la falta de autonomía municipal que existe desde que el FSLN incrementó su totalitarismo.
La Ley 40, Ley de Municipios establece que los ingresos tributarios de las municipalidades deberán establecerse en pro de mejorar los servicios a la comunidad, la capacidad económica de los pobladores y las políticas económicas y fiscales de la nación. Sin embargo el FSLN ha ocupado los recursos de las alcaldías “como caja chica del Gobierno” en reiteradas ocasiones desde que regresó al poder en 2007.
En 2017, a través del Instituto Nicaragüense de Deportes (IND) recaudó fondos de 131 alcaldías para completar la construcción del Polideportivo Alexis Argüello, ubicado en Managua según una nota de La Prensa, la obra tuvo un costo de 15 millones de dólares. Esta fue la segunda infraestructura deportiva más grande construida en la capital con motivo de los Juegos Centroamericanos de ese año. “Las alcaldías no tienen por qué cofinanciar obras o proyectos que no se vayan a ejecutar en sus municipios”, explicó el especialista Silvio Prado quien catalogó esta maniobra como “ilegal” y solo demuestra pérdida absoluta de autonomía financiera de los gobiernos locales.
Ortega y sus allegados detrás del fútbol
Entre 2016 y 2022 la Alcaldía de Managua ha desembolsado una partida presupuestaria de 14 millones 608 mil 498 córdobas en concepto de “apoyo a Liga Primera de Fútbol” a la Asociación Nicaragüense de Clubes de Fútbol (ANCF), sin embargo, los informes de ejecución de la comuna no reflejan “el detalle de cada córdoba que se gasta y tampoco una rendición de cuenta que en teoría debería ser entregada por la Asociación todos los años al Ministerio de Gobernación y a la misma municipalidad”, citó una investigación periodística publicada por Divergentes.
Esta liga se trata de un proyecto “caprichoso” de Fidel Moreno, hombre de confianza de la pareja dictatorial, igual como se señala de la ampliación de la pista Juan Pablo II en Managua. Desde 2004 Moreno también es la figura detrás del equipo Real Estelí, entre 2013-2022 la Alcaldía de Estelí ha desembolsado 4.6 millones de dólares mediante contrataciones irregulares a empresarios cercanos a Moreno para la remodelación de las instalaciones del Estadio Independencia, sede del equipo, según reveló la investigación de este medio regional.
En el Cacique Diriangén, el más antiguo y más ganador club de fútbol en Nicaragua, figura desde 2020 Rafael Ortega, nieto de la pareja dictatorial e hijo de “Payo” Ortega, como miembro de la junta directiva y uno de sus principales patrocinadores, incluso se le suele ver desfilando en el campo cuando el equipo gana un partido importante o un título nacional. Este “apoyo” surgió luego que en 2018 el Diriangén se uniera a las protestas ciudadanas y el antiguo dirigente Nicolás Bolaños invitara a los asistentes a vestir de azul y blanco en el campo.
El Walter Ferreti FC, de Managua, es el equipo de la sancionada Policía Nacional desde 1991, fue fundado como iniciativa del comandante de brigada y comandante guerrillero Walter Ferreti Fonseca. El presidente de este club son los altos cargos de turno de la institución armada.
El Managua FC, creado en 2006, es el equipo de la Alcaldía de Managua. El pago a sus trabajadores sale de la nómina de la comuna y el alcalde de turno se encarga de velar por el club. El Juventus FC es dirigido por Reynaldo Mairena, el encargo de los secretarios políticos y también exdiputado del FSLN, según La Prensa. Otros equipos más antiguos como el CD Ocotal o el Jalapa ART sobreviven por personas ligadas al régimen de Ortega o las mismas alcaldías de las localidades.
El deporte, así como los proyectos de transporte, agua, alcantarillado y saneamiento, energía, entre otros, son fundamentales para el desarrollo y crecimiento económico del país, sin embargo los 1,030 proyectos del Programa de Inversiones Públicas (PIP) ejecutados entre 2017-2021 y financiados en un 60% por organismos internacionales que fueron analizados en este Especial de Inversión Pública de Nicaragua de Urnas Abiertas son ideados y realizados bajo la lógica política del Frente Sandinista y en las localidades de mayor interés para el partido.
Esta lógica obedece a los intereses del partido y deja a un lado las demandas expresadas por la ciudadanía, a pesar que según el MHCP este es el “es el principal instrumento del Gobierno de Nicaragua para generar bienestar social y desarrollo económico”, lo que genera grandes obstáculos para el desarrollo social, que ya está gravemente afectado por la masiva cancelación de organizaciones de la sociedad civil que brindaban productos y servicios en los territorios.
La complejidad con la que el régimen comparte información sobre proyectos de inversión pública no es accesible a la población y por el contrario, responde al control y cierre de los espacios y el acceso a la documentación que por ley está obligado a rendir a la ciudadanía, sin embargo, este especial es parte del esfuerzo de la ciudadanía y la sociedad civil por continuar fiscalizando y denunciando todos los atropellos del Estado contra la población y la democracia.
En este 2023, a pesar de las grandes dificultades de la auditoría social, las redes ciudadanas de Urnas Abiertas seguirán trabajando para develar el devenir corrupto y totalitario del régimen nicaragüense.